CUIDADOS PALIATIVOS; CUANDO CUIDAR SE CONVIERTE EN CURAR
Hay un momento en todo proceso de enfermedad avanzada en que la pregunta cambia. Deja de ser ¿cómo curamos esto? para convertirse en ¿cómo acompañamos mejor a esta persona?
Ese cambio de mirada, del curar al cuidar, no es una derrota, sino una madurez. Significa aceptar que la medicina no siempre puede prolongar la vida, pero siempre puede aliviar, acompañar y sostener.
En Bihar, trabajamos desde esa convicción: que el cuidado es un acto ético, una manera de reconocer la dignidad de cada persona hasta el final.
¿QUÉ SON REALMENTE LOS CUIDADOS PALIATIVOS?
Los cuidados paliativos son una atención integral dirigida a personas con enfermedades graves, progresivas o incurables, y también a sus familias. Buscan mejorar la calidad de vida mediante la prevención y el alivio del sufrimiento (físico, emocional, social y espiritual).
A menudo se asocian al final de la vida, pero no deberían esperarse hasta ese punto. Iniciar un acompañamiento paliativo a tiempo (meses, incluso años) permite planificar, aliviar y cuidar mejor.
Los cuidados paliativos no significan “no hacer nada”: significan hacer lo que importa, aquello que contribuye a vivir con serenidad y sentido.
PALIATIVOS Y TERMINALIDAD; NO SON LO MISMO
Una confusión habitual es pensar que los cuidados paliativos son solo para los últimos días de vida.
La terminalidad es una fase concreta, en la que la muerte es inminente; pero los cuidados paliativos abarcan un proceso más amplio, que puede comenzar meses o incluso años antes.
En esta etapa, el objetivo no es alargar ni acortar la vida, sino acompañarla. Como recordaba el médico y filósofo Eric Cassell, “los cuerpos duelen, pero las personas son las que sufren”.
Cuidar desde esta mirada implica atender el cuerpo, pero también el sentido, las emociones y los vínculos que configuran la identidad de cada ser humano.
¿CUÁNDO VALORAR LOS CUIDADOS PALIATIVOS?
Una pregunta frecuente es: ¿Cuándo hay que plantear los cuidados paliativos?
No hay una fórmula cerrada, pero sí señales que nos orientan:
- Cuando los tratamientos curativos ya no ofrecen mejoría significativa.
- Cuando el cansancio, la pérdida de funcionalidad o la dependencia aumentan.
- Cuando aparecen síntomas difíciles de controlar (dolor, disnea, ansiedad, caquexia).
- Cuando hay ingresos hospitalarios repetidos sin recuperación clara.
- O cuando la persona expresa su deseo de priorizar la calidad de vida y la comodidad.
En Bihar, la valoración paliativa no depende solo del diagnóstico, sino de la historia, los valores, los vínculos y las prioridades de cada persona. Cuidar es escuchar antes de intervenir.
CURAR Y CUIDAR; DOS FORMAS DE SANAR
Durante siglos, la medicina se construyó en torno al verbo curar: diagnosticar, intervenir, eliminar la enfermedad. Pero hay momentos en que curar ya no es posible, y seguir intentándolo puede provocar más daño que alivio. Entonces emerge el cuidar como una forma diferente —y a veces más profunda— de curar.
La médica y ensayista Iona Heath lo expresó con claridad:
“Curar no siempre es posible, pero cuidar siempre lo es. Y cuando ya no se puede curar, cuidar se convierte en la forma más profunda de curar.”
Cuidar no es rendirse, es reconocer lo humano cuando lo técnico llega a su límite. Es acompañar con presencia, aliviar con respeto, sostener con ternura.
El psicólogo Ramón Bayés resumía de forma poética:
“Cada persona es un viaje, que el viaje sea único.”
En Bihar entendemos que cada trayectoria, cada despedida, cada avance tiene rostro, nombre e historia. Nuestro papel no es dirigir el viaje, sino acompañar el camino que cada persona elige recorrer, con respeto y coherencia.
MITOS Y DUDAS FRECUENTES SOBRE CUIDADOS PALIATIVOS
¿Los cuidados paliativos significan rendirse?
No. Significan cambiar la meta: de curar la enfermedad a cuidar a la persona.
¿Solo son para el cáncer o enfermedades terminales?
No. También en enfermedades neurológicas, cardíacas, respiratorias, renales o demencias.
¿Adelantan la muerte?
No. Su objetivo es aliviar el sufrimiento, no acortar la vida.
¿Se suspenden todos los tratamientos?
No necesariamente. Se revisan los tratamientos y se mantienen aquellos que mejoran el bienestar.
¿Son solo responsabilidad de médicos?
No. Los cuidados paliativos son interdisciplinares: enfermería, psicología, trabajo social, acompañamiento espiritual y voluntariado suman sus miradas.
¿CÓMO ACOMPAÑAMOS EN BIHAR A PERSONAS EN SITUACIÓN DE CUIDADOS PALAITIVOS Y A SUS FAMILIAS?
En Bihar, los cuidados paliativos forman parte de nuestra identidad. Los abordamos con ética, sensibilidad y personalización.
1. Evaluación integral y personalizada
Cada persona tiene su historia, su forma de sufrir y de resistir. Por eso, realizamos una valoración completa: no sólo síntomas físicos y/o necesidades , sino también emociones, entorno familiar, espiritualidad, relaciones y apoyos disponibles.
2. Plan de Acompañamiento y Vida
El PAV es la herramienta central de nuestro enfoque. No es un documento burocrático, sino un mapa de vida compartido. Se elabora junto a la persona, su familia y el equipo de cuidado, e incluye:
- Los objetivos y valores de la persona. Lo que hace que su vida tenga sentido
- Las intervenciones médicas, emocionales y sociales necesarias.
- La planificación anticipada de decisiones y cuidados.
- El acompañamiento de la cuidadora, la familia y el apoyo en el duelo.
El PAV se revisa y adapta a medida que cambian las circunstancias, porque cuidar es también saber ajustar.
3. Búsqueda de cuidadora
Una parte esencial de nuestro modelo es encontrar a la persona cuidadora adecuada: alguien con formación técnica, sensibilidad ética y experiencia en acompañamiento integral.
- Buscamos cuidadoras que integren el respeto por la identidad, la historia y los valores de la persona.
- Les acompañamos en todo el proceso: desde la adaptación al cuidado, pasando por la atención diaria, la gestión de síntomas, hasta el acompañamiento emocional y la despedida.
- Garantizamos que la cuidadora reciba apoyo, supervisión y formación continuada, para sostener la calidad de cuidado y evitar sobrecarga.
4. Acompañamiento a la familia
La familia no es espectadora; es parte central del cuidado. Les orientamos para cuidar sin agotarse, comprender cada etapa del proceso y sostener la mirada ética sobre la vida y la muerte.
Ofrecemos espacios de escucha, formación básica y acompañamiento durante el duelo anticipado y posterior, integrando la mirada de la cuidadora, la familia y el equipo de Bihar.
5. Coordinación sociosanitaria: tejer redes para no dejar solos
La atención al final de la vida exige trabajo en red. En Bihar ayudamos a las familias a articular la coordinación sociosanitaria, conectando recursos sanitarios y sociales, asesorando a la familia sobre los recursos existentes.
Esto incluye:
- Facilitar comunicación y gestiones.
- Orientar sobre ayudas y derechos.
- Asegurar que la atención sea continua, coherente y respetuosa con los valores de la persona.
Creemos que la coordinación no es un trámite: es una forma de cuidado.
EL VALOR DEL PAV Y LA MIRADA PALIATIVA
El Plan de Acompañamiento y Vida permite que el cuidado se construya desde los valores de la persona, evitando intervenciones inútiles y centrándose en lo que realmente importa: vivir con dignidad y plenitud hasta el final. Es la guía de todo el equipo, de la cuidadora, de la familia , que, escrito en primera persona, acompaña su viaje completo.
CUIDAR ES ACOMPAÑAR EN EL VIAJE
Los cuidados paliativos nos recuerdan que la muerte no es un fracaso médico, sino una realidad humana y un éxito de una sociedad de cuidados. Cuidar, entonces, no es una tarea técnica, sino un acto de compasión, ética y respeto por la identidad de la persona.
Como decía Ramón Bayés:
“Cada persona es un viaje, que el viaje sea único.”
“Que la vida sea un viaje consciente. La vida es búsqueda, la vida es camino.”
En Bihar acompañamos cada etapa del viaje, buscando que la persona viva con dignidad, que la familia se sienta apoyada y que la cuidadora tenga la formación y supervisión necesarias para sostener un acompañamiento integral.
Acompañar el final de la vida es, en realidad, acompañar la plenitud del vivir.



